La vida es demasiado breve para ser mediocre
P. Mariano de Blas LC
La vida es breve, para ti, para mí, para todos... ¿Cuál es tu prisa? Es ahora o nunca.
Que la vida es breve, lo sabemos todos; quizá los jóvenes se imaginan que sí es larga, pero a la medida que pasan los años va penetrando en la mente la irrefutable sensación de que los años pasan, vuelan y no retornan.
Cuando una persona es abuelo por primera vez, es agridulce sorpresa, dulce por el nieto, agrio por lo de abuelo; pero... no hay más remedio que aceptarlo.
Ante esta realidad de la brevedad de la vida, muchos toman sus precauciones, se apresuran desde la juventud a sacarle jugo a la vida; creen con fe ciega que esa es la mejor forma de aprovechar la juventud; y en realidad hacen una sola cosa, dedicar los primeros años de la vida a hacer infeliz el resto de ella, hacen alianza con el vicio: la botella, la droga, el sexo, uno de ellos o los tres a la vez..., mejor los tres que uno; se triplica el placer.