jueves, 17 de noviembre de 2016

Cardenales que van de frente, Cardenales que conspiran de espaldas - P. Jorge González Guadalix

Cardenales que van de frente, Cardenales que conspiran de espaldas
P. Jorge González Guadalix


Compartimos este impecable post del P. Jorge. ¡Que Dios nos dé la gracia de poder imitar la valentía de estos Cardenales!


Todo un bombazo la carta que han hecho pública hace unos días los Cardenales Burke, Brandmuller, Cafarra y Meisner. Según cuentan ellos mismos, preocupados por la confusión que observan en el pueblo de Dios tras la publicación de “Amoris Laetitia”, se han dirigido al santo padre pidiendo aclaración para las cuestiones más controvertidas, especialmente el capítulo octavo de la exhortación apostólica. Tras dos meses de esperar respuesta en vano, decidieron trasladar la carta al pueblo de Dios.

Me parece que están en su derecho y obligación. Como cardenales tienen una especial responsabilidad a la hora de colaborar con el santo padre y se han sentido en la necesidad de hacerlo. En corto y por derecho, que dirían los taurinos. Dando la cara, sabiendo que se la partirían desde muchos lugares. Una carta escrita y firmada. Sin complejos.

Bien sabían ellos lo que se les venía encima, y aun sabiéndolo, carta enviada, firmada, rubricada y con todos sus sellos. De todo menos bonitos: traidores, escribas y fariseos vestidos de púrpura, dinamitadores de pontificado, ultraconservadores que arremeten contra Francisco. Todavía no he visto que los llamen fascistas. No habrán caído en la cuenta.

Cuando uno no entiende algo, y más si es un cardenal de la Iglesia, lo que tiene que hacer es decir, con luz, taquígrafos, firma y sello, justo que no lo entiende, y pedir a quien puede explicarlo, el santo padre, que lo explique, que de momento llevamos dos meses y rien de rien.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

La Iglesia Católica es la Iglesia que Condena a Lutero - P. Juan Manuel Rodríguez de la Rosa

La Iglesia Católica es la Iglesia que Condena a Lutero
P. Juan Manuel Rodríguez de la Rosa


«Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras […]. Vamos a edificar una ciudad y una torre cuya cúspide toque a los cielos y nos haga famosos, por si tenemos que dividirnos por el haz de la tierra. Bajó el Señor a ver la ciudad y la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres, y se dijo: “He aquí un pueblo uno, tienen todos una lengua sola. Se han propuesto esto, y nada les impedirá llevarlo a cabo. Bajemos, pues, y confundamos su lengua, de modo que no se entiendan unos a otros”» Gn 11, 1-7. 

Queridos hermanos, ¿Quién cuida de la Iglesia de nuestro Señor? Los que tenían que cuidar las almas no lo hacen. Los que tienen que custodiar la fe, no lo hacen. ¿Están entregando la Iglesia? ¿Dónde están los Pastores que el Señor puso en Su Iglesia? ¿Dónde están los que le prometieron fidelidad y amor? ¿Dónde están los Obispos que  un día se ordenaron sacerdotes y, que  tumbados sobre el suelo, entregaron su vida de hombre para ser otro Cristo? Qué poco duró aquel pensamiento. Mientras que la fidelidad de Dios es eterna. Pastores tan flojos por todos lados que ya no queda nada. Han preferido adaptarse a los políticos, a la gente, a los grupos de presión que desprecian a Dios y a la Iglesia,  pero no al mandato de Dios.

La misma ley divina es cuestionada, y con asombro vemos que se propone una vía humana a la ley divina para aquellos que no la puedan cumplir. El hombre se erige en juez ante Dios. Es decir, quienes han de custodiar la ley de Dios, sin embargo la dejan de lado por una ley humana alternativa. ¿Dónde está la fidelidad a Dios de sus Pastores? ¿Qué intereses buscan? ¿Los de Cristo o los de los hombres? No buscan la verdad porque no obedecen. No están a los pies de la Cruz porque no llevan a las almas al Sacrificio, no las llevan a conocer la Sagrada Pasión de nuestro Señor. Cuántos buscan sus propios intereses, viviendo como simples hombres carnales y mundanos.