Intervención del profesor Jeffrey J. Langan
en la Universidad Pontificia de la Santa Croce
ROMA, lunes 2 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- "Es necesaria una cultura católica que pueda influir de alguna forma en el proceso de financiación, producción y distribución de las noticias, informaciones, arte, espectáculos y deportes, con el fin de reordenar todos estos sectores con la rectitud del orden moral". Así lo afirmó el profesor Jeffrey J. Langan (Holy Cross College of the University of Notre Dame) al intervenir el pasado viernes por la mañana en el Congreso "La fe y la razón" en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma).
El experto, que impartió una conferencia con el tema "La fe en una cultura de libre mercado", partió de la conciencia de que hoy está en curso "un verdadero y auténtico conflicto cultural reducido a elementos esenciales de identidad" y que "no parece haber ninguna duda de que, entre todos, un grupo en particular se encuentra hoy ejerciendo el poder de forma dominante".
Refiriéndose después a las mayores industrias de formación cultural, Langan reveló que "estos sectores vitales parecen ser controlados, al menos en el mundo occidental, por intereses ajenos al catolicismo", aun siendo católicos los que participan en ellos, los cuales sin embargo "deben afrontar el peligro de ver la información distorsionada por las perspectivas de otros, además de las que les son impuestas por la necesidad de comprometer, adoptar y hacer propia una visión cultural antitética al orden moral".
Dirigiendo después la mirada a Internet, el profesor del Holy Cross College de la Universidad de Notre Dame, constató que se dan "los mismos problemas".
Aunque la "casi totalidad de organismos y grupos de información, televisiones, promotores deportivos, directores, empresarios de alto nivel y políticos, miran a Internet como forma mediática nueva y prometedora para el desarrollo y la promoción de la cultura", sin embargo, "en ausencia de sanciones dirigidas a hacer valer un conjunto de normas morales, también Internet acabará cayendo bajo el dominio de los plutócratas y de las oligarquías".
Esto sucede porque "la libertad necesita de un cierto grado de protección, de lo contrario se encontrará siempre a merced de las pasiones dominantes".
La respuesta a estas problemáticas se encontraría "en la reconstrucción de las bases filosóficas del sistema educativo", a través de las cuales "las familias o las diversas asociaciones existentes en la sociedad" podrán "valerse de los criterios-guía morales a la hora de valorar el propio ambiente cultural".
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