Juan Francisco Jiménez Jacinto
La obra del genial arquitecto catalán Antoni Gaudí ha pasado muchos momentos, algunos muy difíciles, desde que se iniciara su construcción hace 142 años. Repasamos la historia pasada, presente y futura de una obra llamada a ser el referente arquitectónico católico del mundo.
El templo de la Sagrada Familia es uno de los más importantes símbolos de la ciudad de Barcelona y uno de los principales reclamos turísticos. Es sin duda el edificio catalán más conocido en todo el mundo.
Ha dado nombre al barrio que le rodea, que forma parte del Eixample, en el lugar del antiguo barrio de Poblet, del término de Sant Martí de Provençals, urbanizado a partir de 1868 y agregado a Barcelona en 1897.
El pueblo surgió en el emplazamiento de los antiguos campos provinciales (agricultura provintiales) de la colonia romana de Barcelona. En este lugar fue donde el librero Josep Maria Bocabella y la Asociación Josefina adquirieron toda una isla para construir un templo inicialmente dedicado a San José, patrón de la Iglesia, ya que fue esta Asociación de Devotos de San José, fundada por Bocabella el año 1866, la que comenzaría la construcción.
El proyecto inicial lo hizo el arquitecto diocesano Francisco de P. del Villar, en estilo neogótico, la primera piedra fue colocada en la fiesta de San José del año 1882, siendo obispo de Barcelona Josep Maria de Urquinaona. Se trataba de construir un templo dedicado a san José, patrono de la Iglesia, para defender esta de los ataques que recibía en la sociedad moderna.
En 1883 el arquitecto del Villar, por discrepancias con la junta promotora del templo, renunció a continuar la obra. La Asociación Josefina, en ese callejón sin salida, rogó a san José que les enviara el arquitecto que debía sacar adelante el proyecto. Aquel arquitecto de ojos azules que les enviaría San José -según un presentimiento de algunos miembros de la Asociación- fue Antoni Gaudí, que se convirtió en el arquitecto del templo en 1893.
Este opta por ir modificando el proyecto primitivo. Un importante donativo permitió hacia el 1893 plantear el templo con una grandiosidad no prevista hasta ese momento. Gaudí decidió terminar una fachada para dejar la libertad de terminarlo a las generaciones futuras.
La fachada del Nacimiento
Esta fachada, la inició el genial arquitecto en 1900 no pudiendo concluirla debido a su muerte repentina. Tras su deceso, en 1926 como consecuencia del atropello de un tranvía, el arquitecto Domènec Sugrañes, colaborador de Gaudí, acabó las tres torres que faltaban completar. La obra quedó paralizada entre 1935 y 1952, con la excepción de los trabajos de restauración de los destrozos producidos durante la Guerra Civil. A partir de 1952 los arquitectos Francesc Quintana, Lluís Bonet Garí e Isidre Puig Boada levantaron la fachada de la Pasión, los campanarios de la cual se acabaron en 1977.
El templo se ha construido sólo con donativos particulares y ha pasado por fuertes crisis económicas que han amenazado con paralizar las obras. Se han producido vivas polémicas sobre la continuidad del proyecto que, sin embargo, ha seguido adelante por la voluntad de los discípulos de Gaudí y los donantes.
En los últimos meses se ha intensificado la polémica por el peligro que supone para la estabilidad del templo el paso a poca distancia de los cimientos de la línea del tren de alta velocidad.
La construcción del templo depende de la Junta Constructora, hoy convertida en fundación. El presidente de la Junta es el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y el presidente delegado es el ex presidente del Parlamento de Cataluña, Joan Rigol. El arquitecto director de las obras es actualmente Jordi Bonet Armengol, hijo del arquitecto Lluís Bonet Garí.
La fe elevada en piedra, la piedra elevada a fe
El teólogo Armand Puig ha desvelado recientemente las claves del Evangelio cristiano a través de los elementos arquitectónicos y decorativos de la Sagrada Familia en una amplia interpretación de todos los símbolos y detalles que llenan este templo.
En rueda de prensa, el autor del libro «La Sagrada Familia según Gaudí» (Pòrtic) ha explicado que el arquitecto usó el “lenguaje de las piedras” para manifestar su cristianismo, ya que la iglesia representa todas las bases del Evangelio.
Ha reivindicado que Gaudí no es esotérico, sino un artista simbólico que “esconde y enseña”. En primer lugar, ha destacado las cuatro columnas centrales –ubicadas en el crucero de la planta–, que remiten a los cuatro evangelistas con un color rojizo y unos medallones simbólicos. El águila representa a Juan; el toro, a Lucas; el león, a Marcos, y el ángel emula a Mateo.
“Estas cuatro columnas lo sustentan todo, como la Palabra de Dios en el Evangelio”, ha resumido. Puig ha remarcado la presencia de medallones repartidos en el resto de columnas en representación de cada una de las diócesis catalanas, españolas e internacionales. Todas las columnas se coronan en un bosque con hojas y frutos que, en simbología religiosa, representan el pueblo de Dios.
Concretamente, en el templo se contabilizan 12 cestos de frutos correlacionados con el pasaje bíblico que narra que en el nuevo Jerusalén había una recoleta mensual de las frutas para mostrar su fertilidad. “La Sagrada Familia es el nuevo Jerusalén”, ha sentenciado.
Las tres partes del templo son tres caminos bíblicos: la humanidad, Jesucristo y la Iglesia. Puig se ha centrado en explicar el camino de Jesucristo, que arranca en el portal del nacimiento y termina en el de la Pasión. Este camino, que recorre el crucero, encarna el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús “pasando de la lírica al drama”, ya que el portal de la pasión está representado por 24 huesos, como los que hay en las costillas y las vértebras.
La obra que inició Gaudí, es una catequesis de piedra que exalta y explica en cada uno de sus detalles la profundidad de la Palabra de Dios a través del Evangelio.
Cronología de una obra atemporal
En 1866 Josep Maria Bocabella funda la asociación de devotos de San José, que comprará el solar donde se construirá el templo. En 1874 Se publica por primera vez la idea de la construcción de un templo en El Propagador de la devoción a San José, que se convertirá en el órgano del templo.
El año 1882 se procederá a la colocación de la primera piedra bajo la perspectiva del proyecto del arquitecto Francisco de Paula del Villar. Posteriormente, en 1883 Antoni Gaudí se convierte en arquitecto del templo y finaliza la cripta en 1889.
En 1890 el arquitecto realiza el dibujo de la primera solución de conjunto y en 1891 inicia la fachada del Nacimiento que termina la fachada del ábside en 1894, el portal del Rosario al claustro en 1899 y el edificio de la Escuela parroquial en 1909.
En 1910 se expone en la Exposición en París la maqueta de la fachada del Nacimiento y en 1917 se proyecta la fachada de la Pasión, con el monumento al obispo Torras i Bages.
La solución definitiva de las naves y cubiertas no será hasta 1923, año en que se presenta en modelos de yeso a escala 1:10 y 1:25.
El 30 de noviembre de 1925, Gaudí finaliza el primer campanario (el de San Bernabé), de la fachada del nacimiento, de 100 metros de altura. Un año más tarde el arquitecto muere atropellado el 10 de junio de 1926.
Ya sin él, en 1930 se finalizan los 4 campanarios de la fachada del Nacimiento. En 1936, en pleno contexto de la Guerra civil se profana el templo y sufre numerosos destrozos, entre otros el estudio de Gaudí.
En 1940 se restaura la cripta y los modelos dañados de yeso. Finalmente, en 1954 se inicia la fachada de la Pasión y en 1957 se concluye la columna de la diócesis de Barcelona, primera de las columnas de 8 elementos.
La finalización de los 4 campanarios de la fachada de la Pasión no será hasta 1977, y un año más tarde, en 1978, se inician las fachadas de las naves. Que finalizan su fundamentación entre 1986 y 1990, ese mismo año se colocan las primeras esculturas de la fachada de la Pasión.
En 1990 se acaba la columna de la diócesis de Lleida, en 1993 la cantoría de las naves laterales y en 1994 se coloca el primer nudo-capitel de la columna de 8 elementos y primeras columnas de soporte de las bóvedas.
Los años 1995 y 1999 servirán para concluir las vueltas de las naves laterales y de la nave central, respectivamente. Con la entrada del nuevo milenio se concluyen las vueltas del transepto y los fundamentos de la fachada de la Gloria, amén de las columnas inferiores del centro del crucero.
Las obras del interior del templo evolucionan a muy buen ritmo gracias a las donaciones y a la financiación del edificio a través de las visitas de los turistas. En 2001 se concluye el ventanal central de la fachada de la Pasión, la vidriera de la Resurrección y las cuatro columnas del centro del crucero. Le sigue la restauración y el traslado del edificio de las escuelas parroquiales, la losa del presbiterio, el deambulatorio y las columnas inferiores del ábside en 2002.
El año 2003 es protagonista por la construcción del claustro de la Merced y la cantoría del ábside. La construcción de las bóvedas de los evangelistas Mateo y Juan y la vidriera superior de la fachada del Nacimiento no será hasta 2004 y 2005.
En 2006 y 2007 se construye la cantoría de la fachada de la Gloria y las vueltas del deambulatorio del ábside. En 2008 se concluyen las vueltas del centro del crucero y, finalmente, en 2010, se construyen las vueltas del centro del ábside, que, a la postre, cierran todo el espacio interior concluyendo así el espacio interior y posibilitando el inicio de actos litúrgicos en su interior.
El año 2010 también ha significado la dedicación del templo por parte del Papa Benedicto XVI y su elevación a la condición de Basílica.
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