sábado, 26 de marzo de 2011

Reiki: un substituto a la fe en Dios - P. Jordi Rivero

Reiki: un substituto a la fe en Dios
P. Jordi Rivero


Según la organización internacional para entrenamiento Reiki, su finalidad es "Ayudarte a realizar tu propósito divino en la tierra". Su campaña de promoción del Reiki lo presenta como un método de curación y bienestar “espiritualmente benigno”. Según su literatura, es una organización sin fines de lucro dedicada a re-establecer las "energías Reiki" en nuestro mundo moderno. Esto se logra, dicen, "encauzando" el "flujo de energía" para sintonizar nuestra "energía de vida" (llamada "KI") con conocimientos superiores de conciencia espiritual (llamados "REI"). De ahí el nombre "Reiki". Una de sus prácticas incluye una especie de masaje, sólo que la persona que lo recibe está completamente vestida.

El Reiki ha pasado a ser parte de la cultura popular con seguidores entre la gente famosa. Se ofrece en hoteles y “spas”. Lo más alarmante es que se ha infiltrado en instituciones católicas que ofrecen clases de Reiki y hasta lo incluyen entre sus “ministerios”. A veces le cambian el nombre. Una casa de retiros le llama "energía curativa". Una iglesia la presenta como “Clínica de Bienestar a través del Reiki”. Una religiosa católica enseña que la técnica “se fundamenta en Jesús” porque “toda la energía proviene de Dios”.


El atractivo

Ante un mundo donde hay tanta "tensión", Reiki pretende ser una vía para obtener balance y armonía.

¿Cómo ha penetrado entre los católicos como una práctica inofensiva, cuando en realidad tiene serios efectos espirituales?.

Ha crecido en popularidad porque al no ser parte de una religión en concreto se vende como una técnica “religiosamente” neutral, que invoca una “fuerza viva” sin ponerle un nombre concreto. Eso permite que unos lo practiquen invocando a Jesús. Incluso llegan a referir al Espíritu Santo como “energía de vida”. De esta manera confunden a muchos católicos y cristianos en general.

Utiliza medias verdades y trata de re-interpretar ciertos pasajes de la Biblia para ajustarlos a las enseñanzas de Reiki. De hecho, hay una página de Internet dedicada al Reiki para cristianos, christianreiki.org, en la que se pueden leer las siguientes declaraciones de una monja católica, la hermana Mary Mebase: “la imposición de manos es un don de Dios que el propio Jesús utilizó repetidamente”. El Reiki mezcla en su repertorio enseñanzas positivas. Por ejemplo, "Dedícate a tu trabajo y se amable con las personas". La carencia de una fe sólida en muchos bautizados los hace vulnerables porque no saben discernir.

Los curanderos de Reiki también mencionan a los arcángeles y a la madre Teresa de Calcuta como “guías espirituales”. Es más, como se puede comprobar en la página de Internet del Centro Internacional para el Entrenamiento de Reiki, sus clases enfatizan el hacer el Reiki “apetecible” para los cristianos. ¿Cómo?. Enseñando a sus curanderos que llamen a Jesús “maestro de Reiki”, e incluso que insinúen que Jesús adquirió sus “poderes de curación” iniciándose “de forma secreta” en el Reiki en Asia. Según esa enseñanza, quienes tomen el entrenamiento Reiki pueden lograr hacer los mismos milagros. En otras palabras, los milagros de Jesús serían producto, no de su poder divino sino de una técnica (Reiki) que está dentro de la capacidad humana natural. Una página Reiki en internet, por ejemplo, anuncia un curso "que nos ayuda a entender el poder innato para sanar con que todos nacimos".

Reiki confunde a Dios con "energía" que podemos aprovechar para sentirnos bien. Reiki es por lo tanto una expresión más de la Nueva Era.

El Dios que adoramos los cristianos no es "energía" sino un Dios vivo, Uno y Trino, que se ha dado a conocer en la Historia de la Salvación. Dios ha enviado a su Hijo al mundo para salvarnos. Ninguna energía puede iluminar el alma hacia su destino. Cuando se habla de realizar nuestro destino estamos claramente en el campo de la religión y en ese campo no hay otro salvador sino Jesucristo. Solo en El encontramos nuestro propósito divino. El es el Camino, la Verdad y la Vida.

Naturalmente el Reiki no existía en la época de Jesús, aunque ahora sus promotores lo anuncien como un “antiguo método de curación redescubierto”. La realidad es que el Reiki surge en 1920 en Japón, cuando Mikao Usui dijo haber tenido una experiencia mística durante un retiro en el monte Kurama, y posteriormente funda la Sociedad de Curación Mediante Reiki.

El catecismo de la Iglesia Católica, en el número 2117 sostiene: Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.


Experiencia

Una joven que vino por dirección espiritual me contó el mal que la abatía. Se sentía perturbada, oprimida, con pesadillas. El malestar se incrementaba si entraba en alguna iglesia. Cuando oré por ella, se deslizó de la silla y tenía contorsiones muy extrañas. ¿Cómo cayó en tal estado de opresión?. Me contó que practicó el REIKI. Allí le enseñaron que Jesucristo era bueno pero tan solo uno más entre otros grandes hombres espirituales. Le dieron ciertas oraciones o "mantras" que ella recitaba para entregarse a ciertas entidades desconocidas. Gracias a Dios esta joven pudo recapacitar y con gran humildad someterse al Señor quien la liberó y restauró a la fe católica.







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