Mel Gibson produce el film sobre el Camino de Santiago ‘The Way’, protagonizado por Martin Sheen
Toni Bardia
La película que narra la peregrinación de un padre en memoria de su hijo: “un viaje hacia el interior”, en palabras del también actor protagonista de ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’.
El viernes 10 de septiembre se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto el largometraje The Way (El Camino), que se empezó a rodar en octubre del año pasado. El encargado de su distribución internacional será, nada más y nada menos que Mel Gibson (su empresa Icon Productions), que de esta forma respalda el empeño personal de Martin Sheen en hacer una película sobre el Camino de Santiago.
Todo comenzó hace siete años. Sheen, actor católico de origen gallego, aprovechó una reunión familiar en Irlanda para desplazarse a España y hacer parte del camino de Santiago. La experiencia y el conocimiento de otros peregrinos le cautivaron. Desde entonces, Ramón Estévez (el verdadero nombre del actor), no paró de explicar a su hijo Emilio, actor y director de 48 años, la importancia de rodar una película sobre la principal peregrinación histórica de la Cristiandad.
Sobre su experiencia en este rodaje, Sheen afirmó sentir que el Camino es "un viaje hacia el interior" en el que "no importa si se es católico o no". "El Camino de cada uno debe ser algo personal", explicó el actor estadounidense, que afirmó que intentará realizar en el futuro de nuevo la Ruta.
Además, destacó la "experiencia extraordinaria" que supuso haber realizado una película escrita por su hijo y con un guión redactado para él, además de haber podido plasmarla "en la tierra" de su padre, que emigró desde Galicia a los Estados Unidos. "Cada día doy gracias a Dios por ese regalo", sentenció.
Por su parte, su hijo, el director del largometraje, afirmó sentirse muy "emocionado" por estar "al fin en Santiago" y consideró que todos los miembros del equipo "han hecho su camino personal durante el rodaje". "Nos ha abierto los ojos esta bonita experiencia", indicó.
El Camino, “la búsqueda de respuestas”
La trama de la película se desata cuando un médico californiano de setenta años recibe una llamada que le comunica la muerte de su hijo en los Pirineos. Al enterarse de que su objetivo era hacer el camino de Santiago, a pesar de la mala relación que tenían, decide recorrerlo por su hijo. Lo proclama solemnemente el tráiler: “la búsqueda de respuestas llevará a un hombre a descubrir la diferencia entre la vida que escogemos y la vida que vivimos”.
El Camino narra la historia de cuatro personas que coinciden como peregrinos en la ruta a Compostela. Acompañan al protagonista un irlandés enemistado con la Iglesia, una mujer canadiense de carácter cínico que en el recorrido busca algún tipo impreciso de redención y un holandés que parece perdido.
Centran la trama de la película las relaciones entre ellos durante el recorrido, que, como afirma el director, se convierten en una metáfora de vida: “Ninguno de los personajes es perfecto en ningún sentido. Más bien están algo trastornados, rotos, carecen de un atractivo particular.
La convivencia entre ellos se hace difícil. Pero descubren que el Camino forma una comunidad, que no podemos hacerlo solos. Necesitamos la comunidad. Necesitamos la fe”, explica Estévez, antes de añadir que en El Camino está también muy presente el humor.
El tira y afloja del permiso para rodar
Según publicó El Faro de Vigo, hubo cierto tira y afloja entre el Arzobispado de Compostela y el equipo de rodaje para finalmente recibir el permiso para rodar en el interior de la catedral.
El resultado de esta controversia fue totalmente satisfactorio para ambas partes, hasta el punto de que las cámaras entraron incluso en estancias en las que no se permitía filmar desde hacía más de cuarenta años.
Sin embargo, fue necesario una rectificación del guión del que hicieron entrega el director del film y el actor Martin Sheen durante el verano de 2009 a algunas autoridades eclesiásticas gallegas.
Tras la lectura de esta copia, desde la archidiócesis compostelana no se dio el visto bueno y valoraron muy negativamente la esencia de la película, en la que “no sólo no se exalta la espiritualidad del Camino de Santiago sino que, encima, se atentaba contra ese espíritu” y se consideraba que la película contenía secuencias y expresiones verbales inadecuadas.
Sheen se mostró "agradecido" y "emocionado" de poder filmar en la Misa del Peregrino, "captar la expresión" de los visitantes "cuando entran en la Catedral" y "enseñar al mundo qué es lo que hace que los peregrinos se arrodillen delante del Apóstol".
Así, en pleno año Xacobeo, aunque sin duda el gran acontecimiento del Año Santo será la visita a Santiago de Benedicto XVI el 7 de noviembre, una película de éstas características contribuirá a dar aún más renombre internacional al Camino de Santiago, que ya fue declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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