Mostrando las entradas con la etiqueta Sentido del Sufrimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sentido del Sufrimiento. Mostrar todas las entradas

domingo, 4 de septiembre de 2016

El Carmelo de Nogoyá y la Penitencia - Mons. Héctor Aguer

El Carmelo de Nogoyá y la Penitencia
Mons. Héctor Aguer


Con motivo de los lamentables hechos ocurridos en la localidad entrerriana de Nogoyá, donde la policía irrumpió a fines de Agosto del 2016 en un Monasterio de Carmelitas Descalzas a raíz de una denuncia mediática de presuntas torturas infligidas a las Monjas, la Oficina de Prensa del Arzobispado de La Plata, Argentina,  hizo público un escrito en el que Monseñor Aguer se refiere a la dignidad del cuerpo humano “templo de Dios”, digno de respeto, y al sentido de la penitencia entre los cristianos.


Desde que el Verbo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, tomó carne humana y vivió entre los hombres, compartiendo nuestra condición, debilidades e incluso la misma muerte, el cuerpo ha sido considerado por los cristianos “templo de Dios”, digno de respeto, con el cual llegaremos a la Vida Eterna. Con este cuerpo, hemos de ver un día a Dios cara a cara. Después de la inevitable disolución que producirá la muerte en el mismo, cuando se efectúe  la resurrección final, nuestro cuerpo irá a gozar de la delicia y alegría inefables de ver a Dios, con nuestros propios ojos. Sabemos que nuestros cuerpos resucitarán, esa es nuestra fe, y por eso cuidamos nuestro cuerpo, lo alimentamos, lo higienizamos, es nuestro compañero de viaje hasta el último día de nuestra peregrinación terrena.

Con su encarnación el Hijo de Dios dio al cuerpo humano la dignidad más grande al hacerlo instrumento de salvación con su muerte en la cruz y su resurrección gloriosa. Pero leemos en los Evangelios que este cuerpo humano asumido por el Verbo sufrió indecibles tormentos y dolores, una cruelísima  y sangrienta flagelación, coronación de espinas, caídas, bofetones, torturas y finalmente los dolorosos clavos que perforaron sus manos y sus pies en la cruz… Durante siglos ha habido cristianos fervorosos, enamorados realmente de la pasión de Cristo, que  deseaban imitarlo y reproducir de algún modo lo que Él había sufrido. De este modo, e impulsados por un ardiente amor, se entregaron a grandes penitencias, por ejemplo San Francisco, San Benito, Santa Catalina, Santa Hildegarda…, e incluso en nuestros días la Madre Teresa de Calcuta…, así como otros tantos santos de antiguas épocas que sin duda no tenían nuestros conocimientos actuales sobre enfermedades, infecciones, gérmenes que penetran a través de las heridas, etc., etc…

Nuestros conceptos son distintos en esta materia, pero sorprendentemente no pocos hombres y mujeres hoy pasan alegremente por encima de los mismos para someterse en nombre de una pretendida belleza o de simple gusto personal, a todas clase de heridas corporales con el objeto de tatuarse, desde unas flores o un paisaje completo hasta las figuras más inverosímiles…, sin contar los populares piercing tan difundidos entre los jóvenes (no importa a partir de qué edad), que agujerean brutalmente cualquier parte del cuerpo aún las más sensibles del rostro y la lengua… Y si continuamos con las agresiones que padece hoy en día el cuerpo humano “con todo derecho”, podríamos agregar las aberrantes torturas que algunos sadomasoquistas se infligen mutuamente con pretensiones de placer erótico…

Los cristianos amamos nuestros cuerpos, los defendemos y cuidamos. Pero una cosa es amar el cuerpo y otra idolatrarlo. Nuestro cuerpo es un bien preciado que Dios nos ha concedido: “Dios creó al hombre y vio que era muy bueno”. No podemos hacer de nuestro cuerpo un dios, pero tampoco una basura. En estos tiempos hay no pocos y tristes ejemplos de seres humanos considerados “basura”…, cuya dignidad inviolable no es respetada, cuya voluntad es avasallada, cuya libertad es descalificada, cuyo modo de vida es desacreditado… Sin contar con las innumerables muestras de desprecio infligidas al cuerpo humano de la mano de la eugenesia, el aborto, la eutanasia y toda clase de discriminaciones, incluso irrazonables como la obesidad, el color de la piel, el tamaño de la nariz o de las orejas, y un largo etcétera que muchos tratan de evitar recurriendo a todo tipo de cirugías…

domingo, 21 de agosto de 2011

Benedicto XVI: “Ninguna aflicción puede borrar la dignidad del hombre”

Benedicto XVI: “Ninguna aflicción puede borrar la dignidad del hombre”


Madrid (España), 20 Ago. 11 (AICA).- En su discurso esta tarde en la Fundación "Instituto San José" de la Orden de San Juan de Dios en Madrid, en donde se atiende a personas con discapacidad física e intelectual, el papa Benedicto XVI señaló que "ninguna aflicción es capaz de borrar" la dignidad inherente de toda persona humana. El Santo Padre fue recibido por el superior padre Rafael M. Martínez, y por los directivos del Instituto. El encuentro se desarrolló en el campo deportivo en donde estaban presentes unos 200 niños con discapacidad, provenientes de diversos centros asistenciales españoles, acompañados de sus familiares.

También estuvo presente un grupo de jóvenes con discapacidad participantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011.

Tras recibir el saludo del cardenal Antonio Rouco Varela y el de un joven, el Santo Padre se preguntó sobre cómo debe vivir el dolor una persona joven y explicó que la respuesta es la esperanza, testimoniada por María y los santos, que enseñan "a vivir el drama del sufrimiento para nuestro bien y la salvación del mundo".

"Estos testigos nos hablan, ante todo, de la dignidad de cada vida humana, creada a imagen de Dios. Ninguna aflicción es capaz de borrar esta impronta divina grabada en lo más profundo del hombre. Y no solo eso: desde que el Hijo de Dios quiso abrazar libremente el dolor y la muerte, la imagen de Dios se nos ofrece también en el rostro de quien padece".

lunes, 18 de enero de 2010

Haití: la ayuda que más ayuda es aquella que se organiza - Cáritas Argentina

Haití: la ayuda que más ayuda es aquella que se organiza
Cáritas Argentina


El golpe sufrido por el pueblo de Haití, uno de los más pobres entre los pobres, en estas horas ha sido terrible. Por eso, queremos expresar nuestra solidaridad y nuestro profundo dolor a quienes sufren las consecuencias de la tragedia ocurrida, especialmente a aquellos que han perdido a sus seres queridos.

En las primeras comunicaciones recibidas desde Cáritas Haití, su responsable en la emergencia Jonides Villarson, nos informó que a pesar de las evidentes dificultades, ya están trabajando con el equipo de emergencias y comenzaron a coordinar las iniciativas de ayuda.

Desde Cáritas Argentina, se dispuso una cuenta bancaria destinada especialmente para este fin, asumiendo que la donación en dinero facilita el acceso y administración de los fondos desde el mismo lugar donde se realiza la asistencia:

Cuenta Corriente Banco Nación Nº 35869/51 - Sucursal Plaza de Mayo 0085
CBU 01105995-20000035869519
A nombre de: Cáritas Argentina Emergencia
CUIT 30-51731290-4

Pedimos a María de Guadalupe, patrona de nuestro continente, que contenga con su amor maternal a las familias y a todos los hombres y las mujeres afectados por esta tragedia.

Gracias por difundir esta información.

__________________________________
Cáritas Argentina – Comisión Nacional
Balcarce 236 – CP (1064), Buenos Aires
Telefax: 4342-8650 / 7931 / 7936 int. 122
comunicaciones@caritas.org.ar
http://www.caritas.org.ar/


No deje de ver el siguiente video de Alejandro Bermúdez donde reflexiona sobre el terremoto de Haití



Entrada destacada

«Metrópolis» Primeros 10 Programas - Idea y Conducción: Roberto Castellano

«Metrópolis» Primeros 10 Programas Idea y Conducción: Roberto Castellano [ELCAMINO] El Dr. Roberto Castellano , destacado referente ProVida ...