
Mons. Héctor Aguer
El reciente documento “Mater Populi fidelis” del Dicasterio para la Doctrina de la Fe –encabezado por el Cardenal “Tucho” Fernández–, y firmado por León XIV, declara “inoportuno” referirse a la Virgen María como “corredentora”. Sin embargo, “parece pues que la Corredención Mariana es una verdad enseñada por el magisterio ordinario de la Iglesia, lo cual hace más escandalosa la negación”, decía el Arzobispo emérito de La Plata (Argentina) en este artículo escrito en el año 2023, bajo el Pontificado del Papa Francisco, y que hoy viene muy bien recordar.
[La Prensa / EL CAMINO] El 23 de marzo de 2021, el Papa Francisco se descolgó con una afirmación escandalosa. Hablando de la Santísima Virgen María, dijo que ella “nos protege como Madre, no como diosa”, que “el único redentor es Cristo”. Llamarla corredentora “es una expresión de amor exagerada”.
Es evidente que se confunde, o finge hacerlo. Nadie que afirme la corredención de María le atribuye la divinidad, ni desplaza a Jesucristo de su condición de único Redentor. El Papa se pronuncia arbitrariamente sobre un tema que está liberado a la discusión de los teólogos, y lo hace contrariando el movimiento del desarrollo doctrinal de la Mariología.
Con total naturalidad las afirmaciones dogmáticas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción conducen a una nueva conquista teológica que ahora se abre: las afirmaciones de la Mediación universal y la Corredención, la forma plena de la colaboración de María con Cristo y su obra redentora.
El Co de Corredentora no iguala y ni compite con la única Redención de Cristo, sino que la acompaña en la máxima cercanía. Negar a la Corredentora equivale a desconocer o negar la doctrina católica sobre el papel de María.